Valladolid nombra Hijo Predilecto a Joaquín Díaz, guardián de la tradición castellana

El acto solemne se ha desarrollado este sábado en el salón de actos del Ayuntamiento

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Valladolid nombra Hijo Predilecto a Joaquín Díaz, guardián de la tradición castellana
Joaquín Díaz y el alcalde, Jesús Julio Carnero. TRIBUNA
El autor esRebeca Pasalodos Pérez
Rebeca Pasalodos Pérez
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La ciudad de Valladolid ha rendido homenaje a una de sus figuras culturales más destacadas, Joaquín Díaz González, otorgándole la distinción de Hijo Predilecto de la Ciudad en un solemne acto tuvo lugar este sábado, 17 de mayo, en el Salón de Recepciones del Consistorio, presidido por el alcalde, Jesús Julio Carnero.

Esta distinción, aprobada por unanimidad en el Pleno Municipal el pasado 31 de marzo, reconoce la "excepcional trayectoria" de Joaquín Díaz y su "vinculación íntima y continua con la vida local y la comunidad vallisoletana". Según el alcalde, este nombramiento reconoce a "un ciudadano ejemplar, que ha enriquecido la identidad cultural de la ciudad y ha sabido transmitir con rigor, humildad y pasión el alma de nuestras tradiciones". Carnero añadió que, con este título, se rinde "un merecido homenaje a una figura insigne de nuestra cultura, distinción que reconoce su trayectoria, su amor por la ciudad de Valladolid y su incansable labor en favor del patrimonio inmaterial que nos define".

Joaquín Díaz, nacido en Zamora en 1947, se trasladó a Valladolid a los cuatro años, ciudad donde "nacía la vida" para él, "recién estrenada la década de los años 50 del pasado siglo". Desde joven, mostró una inclinación por la música, participando en grupos y realizando actuaciones como solista. Sin embargo, desde el año 76, se ha dedicado a su pasión: "la cultura popular".

Su labor en este campo es "indispensable en el estudio, la preservación y la divulgación de la cultura tradicional española". Las fuentes destacan su faceta de "trabajador incansable", que le ha llevado a publicar más de 70 libros y más de 100 discos, además de 200 artículos en distintos medios. Desde 1980, dirige la prestigiosa Revista de Folklore, inicialmente impresa y luego convertida a formato digital para hacerla más accesible. También dirige la Fundación Joaquín Díaz, ubicada en Urueña, un Centro Etnográfico que se ha convertido en un "centro de referencia en el estudio de la vida tradicional de nuestro país". Esta fundación, amparada por la Diputación y la Junta de Castilla y León, alberga "uno de los conjuntos documentales más completos de etnografía, folklore y tradición oral de España". Su trabajo incluye la investigación y recopilación de canciones perdidas, romances, instrumentos musicales, cuentos populares, testimonios gráficos de trajes antiguos y octavillas.

La ciudad de Valladolid ha sido un objeto central de su estudio y compromiso. Ha dedicado numerosas obras a la ciudad, como 'Valladolid sobre ruedas', 'Miradas del pasado', 'Álbum de Valladolid', 'Valladolid hace cien años', 'El Campo Grande', o 'El traje en Valladolid según los grabadores del S, XIX'. Además, ha organizado y dirigido múltiples exposiciones en Valladolid para difundir la cultura popular.

Díaz enarbola el valor de sus recuerdos en Valladolid

En su alocución de agradecimiento, Díaz expresó su gratitud al alcalde y a la corporación municipal, declarando llegar a este "listado de honor al que llego con más ilusión que méritos". Agradeció que los miembros del pleno hayan suscrito la idea unánimemente, "acrecentando la deuda que tengo con esta ciudad, con sus habitantes y con sus representantes. Muchas gracias".

El folklorista reflexionó sobre la naturaleza de la ciudad, citando a Antonio Corral Castanedo y afirmando que una ciudad "existe por algo más que por su conjunto característico o por las torres que sobresalen de él. Puede estar constituida también por el conjunto de imágenes que se albergan en las memorias de sus habitantes". Recordó su infancia en un barrio cercano a la plaza de toros, y evocó con nostalgia los sonidos y personajes de las calles de antaño: "¿Qué valisoletano cuya edad se aproxime o supere el medio siglo no recuerda alguno de los pregones con los que fundamentalmente por la mañana nos obsequiaban las calles bulliciosas de nuestra infancia?".

El homenajeado compartió recuerdos personales ligados a la ciudad, destacando el Campo Grande, al que "le agradezco en silencio los momentos de felicidad que me proporcionó durante los primeros años de mi vida". Describió el parque como un "paraíso", un "refugio místico" y un "atajo hacia la felicidad", donde la "frescura y el bienestar matizaron aquellas horas y pigmentaron de tal modo los recuerdos". Para él, "todo eso y mucho más" le debe al Campo Crande de Valladolid. Subrayó la importancia de los recuerdos, afirmando que "fértiles son, sin duda, los predios de nuestros recuerdos, que además suelen ser felices" y que "acostumbran acompañarnos durante toda la vida y regresan oportunamente para ayudar arnos a respirar cuando lo cotidiano nos asfixia o nosoga la realidad". Citando a Rilke, sugirió que "la patria del hombre es su infancia".

El alcalde Jesús Julio Carnero explicó las "tres razones" personales que le llevaron a proponer el 17 de mayo para la celebración del acto. En primer lugar, el pasado 14 de mayo fue el cumpleaños de Joaquín Díaz, por lo que el acto sirvió "a modo de regalo de cumpleaños de la ciudad de Valladolid". En segundo lugar, el 15 de mayo es el día de San Isidro Labrador, "el patrón de los agricultores" y "de la ruralidad", algo que, según el alcalde, tiene una "conexión imponente y magnífica en la ciudad de Valladolid" y refleja las raíces agrarias de los vallisoletanos. Carnero compartió cómo aprendió de Joaquín Díaz el origen de la palabra "peregrino" (ver agro, mirar por el campo). La tercera razón es el 13 de mayo, día de San Pedro Regalado, patrón de Valladolid, a quien describió como "la expresión de un franciscano, de un hombre que está en el mundo haciendo la paz y el bien". El alcalde afirmó que, desde que le conoce, siempre ha visto en Joaquín Díaz "esa expresión de hacer paz y bien" en su quehacer diario, en su voz y en su mirada. Para Carnero, el hecho de que Joaquín Díaz naciera entre San Pedro Regalado y San Isidro, "para un amante del campo, para un amante de la ruralidad, para un amante de la cultura tradicional, no es baladí... Esto es un signo".

Larga trayectoria de reconocimientos

Además del título de Hijo Predilecto, Joaquín Díaz ha recibido numerosos reconocimientos a lo largo de su carrera, incluyendo el Doctorado Honoris Causa por la Universidad de Valladolid y por el Saint Olaf College de Estados Unidos, el Premio Castilla y León de Humanidades y Ciencias Sociales (1998), la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes (2002) y la Medalla de Oro de la Provincia de Valladolid (2014). También es miembro de la Real Academia de Bellas Artes de la Purísima Concepción, académico correspondiente de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, y pertenece a la Academia de las Artes y las Ciencias de la Música. Recientemente, en abril de 2024, se inauguró una plaza con su nombre en el barrio de San Isidro, iniciativa de la Asociación de Vecinos del Barrio. Este año, tuvo el honor de cerrar la Feria del Libro de Valladolid.

 

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