Denuncian que se encontraron una iglesia en "avanzado estado de abandono", con "tejas rotas", "reformas deterioradas" y "cadenas de campanas oxidadas"
La compañía francesa, sobre su actuación en La Antigua: "No entendemos la presión que ejercieron..."
Denuncian que se encontraron una iglesia en "avanzado estado de abandono", con "tejas rotas", "reformas deterioradas" y "cadenas de campanas oxidadas"
El Festival Internacional de Teatro y Artes de Calle de Valladolid (TAC) ha sido un éxito... como cada año. Sin embargo, tuvo su punto polémico por una obra que los miembros de la compañía teatral francesa Lézards Bleus iban a representar en la fachada de la Iglesia de Santa María de la Antigua, declarada Bien de Interés Cultural (BIC) a finales de la década de los 90'.
Se trata de 'Quasimodo y Esmeralda', que celebró un pase, pero a raíz de un sinfín de críticas y reacciones en plataformas y redes sociales, el Ayuntamiento se vio obligado a suspender la misma "ante la inquietud generada en distintos ámbitos respecto al alcance de dicha intervención escénica y sus posibles interpretaciones administrativas".
El problema, según fuentes de la Delegación Territorial a EFE, es que los organizadores no pidieron el permiso preceptivo para este tipo de actuaciones, por lo que solicitaron al Ayuntamiento que remitiera toda la información técnica sobre este espectáculo, para que sea analizada en una reunión de la Comisión de Patrimonio.
Solo faltaba una parte de dar su versión, y esa era la propia compañía francesa. Esta última ha emitido este domingo un comunicado defendiendo su postura. Es más, denuncia que les trasladaron la intención de suspender también el primer pase, y "15 minutos" después lo volvieron autorizar, por lo que ellos mantuvieron la hoja de ruta y representaron la obra... tal y como estaba previsto.
24 horas después... todo cambió. La compañía asegura que es uno de los momentos más "aclamados" del TAC gracias, entre otras razones, por la labor de "los equipos técnicos y la organización del festival, así como por el apoyo de la parroquia". "Juntos formamos un equipo de cuerda humano", añade Lézards Bleus, que solo buscaba "compartir el espectáculo con el público".
No obstante, y a pesar de la cancelación, los responsables reconocen que cumplieron con lo que les habían advertido y, por esa razón, no entienden la decisión. De hecho, apuntan que tanto niños como artistas "lloraron", provocando un "impacto" en la propia compañía. Es decir, que se haya suspendido afectó, de alguna manera, a los profesionales que iban a participar, ya que vieron que los miembros del jurado no iban a poder juzgar en condiciones "la calidad del espectáculo".
De ahí, que Lézards Bleus defienda que "siempre" ha trabajado con "rigor" y "en sintonía" con el festival, respetando el "entorno material y simbólico" del patrimonio. Aun así, apuntan que se encontraron con una iglesia "en avanzado estado de abandono: tejas rotas, una gruesa capa de excrementos y cadáveres de palomas, reformas deterioradas, cadenas de campanas oxidadas, gárgolas obstruidas, grafitis, focos sucios...".
Por último, manifiestan su malestar por "la presión" que han ejercido sobre el festival para suspender el pase. "¿Por qué no han venido a comprobar nuestras instalaciones de cuerdas? ¿Cómo pueden acusarnos de negligencia cuando lo que hicimos fue cuidar el monumento?", se pregunta la compañía, que no descarta volver a Valladolid para seguir "tejiendo vínculos entre la piedra y el cuerpo".
El Festival Internacional de Teatro y Artes de Calle (TAC) se aleja de las polémicas y aprovecha el buen tiempo para brillar, empezando por sus puestas en escena
Se han organizado, además, tres charlas formativas dirigidas a cofrades y devotos
La Junta está trabajando con "los datos técnicos y toda la información" aportada por el Ayuntamiento para "actuar en consecuencia"