El Festival Internacional de Teatro y Artes de Calle (TAC) se aleja de las polémicas y aprovecha el buen tiempo para brillar, empezando por sus puestas en escena
El TAC llena de colorido y ambiente festivo las calles de Valladolid antes de echar el cierre
El Festival Internacional de Teatro y Artes de Calle (TAC) se aleja de las polémicas y aprovecha el buen tiempo para brillar, empezando por sus puestas en escena
TAC, y Valladolid, Valladolid, y TAC. Ambos volvieron a sumar fuerzas para brillar, una vez más, recorriendo las calles de la ciudad. Desde el Museo Patio Herreriano, pasando por Portulagete, San Benito, o Moreras, hasta llegar a la emblemática Plaza Mayor de la capital. Daba igual ver un espectáculo o ver otro, era caminar por Valladolid, y cada obra estaba bien arropada por decenas de personas, que premiaban con aplausos el esfuerzo de los profesionales.
Antes de cerrar sus puertas, y pensar ya en la 27º edición, el TAC cobró protagonismo, de nuevo, en una jornada que trató de alejarse de la polémica para recuperar el espíritu de esas puestas en escena que, cada vez, son más envidiables. Año a año, paso a paso, mejoran y, como el buen vino, también con la edad. Ya son 26 años los que celebra el Festival Internacional de Teatro y Artes de Calle (TAC) representando un sinfín de actuaciones que, gusten o no gusten, es muy difícil pasar y no quedarse perplejo por lo que allí sucede.
Y más, si los actores interactúan con el público o, en algunos casos, elevan el nivel de riesgo de caída, emulando ese gusanillo que entra en el cuerpo cada vez que uno ve habilidades cirquenses dignas de mención, como es la conocida 'ADN, Odyssée verticale', que ilumina el cielo de Valladolid, para cerrar la programación de la jornada. Tampoco un servidor se puede olvidar de 'VIuDAS', del Colectivo de Mujeres Creadoras de Castilla y León, que volvieron a brillar, como era de esperar.
Entre tanta interacción, como pasa en 'Al vaivén' de la compañía Olga Martínez o 'Woof' de la compañía Pere Hosta, el TAC también facilita a los vallisoletanos varios pases y diferentes horas para que tengan alternativas de ver un espectáculo u otro. De hecho, alguno, ya acostumbrado al ritmo que coge el festival, sale pronto de una interpretación para no perderse el inicio de otra o, lo que es lo mismo, mantener ese ambiente lleno de humor y colorido con la sensación de que lo bueno acaba pronto, como le pasará al propio TAC... en unas horas.