Olga Martínez vuelve al TAC con 'Al Vaivén': "La búsqueda de pausas por el tiempo acelerado es una necesidad vital"

La vallisoletana, con más de 20 años de trayectoria, presenta una pieza interactiva con la danza como pausa frente al tiempo frenético

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Olga Martínez vuelve al TAC con 'Al Vaivén': "La búsqueda de pausas por el tiempo acelerado es una necesidad vital"
Fotos: @tamarographer
El autor esRebeca Pasalodos Pérez
Rebeca Pasalodos Pérez
Lectura estimada: 6 min.

La mecedora, el libro, la calle. Tres elementos cotidianos que en manos de Olga Martínez (Valladolid, 1979) se convierten en danza, en pausa, en poesía, en movimiento. La creadora vallisoletana regresa al Festival Internacional de Teatro y Artes de Calle con 'Al Vaivén', una pieza nacida del deseo de ralentizar el tiempo, de detener el vértigo cotidiano y reconectar con el cuerpo, el entorno y la mirada del otro. Para ella, participar en el TAC no es solo actuar, es volver a las calles de su ciudad con la emoción de quien las conoce y, a la vez, las descubre de nuevo. Con más de veinte años de trayectoria entre la danza contemporánea, el circo, la música y la intervención social, Olga habla desde un lugar honesto, donde la escena se entrelaza con la vida y la creación nace del vínculo con los demás. En 'Al Vaivén', cada paso es también un gesto de escucha: al público, al espacio, al tiempo que pasa. "En la calle, la obra está muy viva y se retroalimenta de quien la presencia", dice. Así es su arte: vivo, cercano y lleno de sentido. Como ella.

PREGUNTA: Lleva más de veinte años dedicada a la danza contemporánea y a proyectos multidisciplinares. ¿Cómo describiría tu evolución como artista?

RESPUESTA: Yo en un primer momento comienzo estudiando danza y todos los proyectos a los que me vinculo son desde el mundo de la danza. Estudié en Valladolid, estudié en Madrid y luego he ido he ido rotando por festivales. Siempre en continúa formación. Entonces, empiezo a participar en proyectos, sobre todo proyectos colectivos, y a trabajar con algunas compañías. La compañía con la que he tenido un trabajo más continuado es 7 Burbujas. Aquí se me abrió un la puerta al clown a descubrir a mi payasa.

Cuando volví a Valladolid, me empecé a vincular también a proyectos sociales con músicos. Por ejemplo, participo en el área social de la Orquesta Sinfónica de Castilla y León desde hace muchos años, y eso me ha permitido vincularme también con proyectos que unen de música en directo junto con la danza. A partir de ahí han ido surgiendo varias cosas, por un lado, el área social de la Oscyl; por otro lado, un proyecto a partir de una asociación que se llama 4'33", que hacemos proyectos de música y danza; otra asociación que se llama Picapinarte, donde hacemos talleres en los que llevamos la música y la danza a colectivos vulnerables, por ejemplo, personas con parálisis cerebral o familias con niños con diversidad funcional o a la infancia también, y luego también con la Asociación Sonrisas de Payasas de Hospital, que asistimos al clínico todas las semanas. Y luego en proyectos escénicos, desde que llegué a Valladolid me vinculé, sobre todo, con artistas de circo, a partir de La Luz de las Delicias, que es un espacio de circo en la ciudad y con músicos a través de del área social de la Oscyl. Gracias a todas estas colaboraciones fui al festival de Covarrubias el año pasado con la compañía Siete Burbujas y allí es conocí el Colectivo de Mujeres Creadoras de Castilla y León, gracias a lo cual yo estoy aquí.

P: ¿Qué significa para usted participar en el TAC, un festival con tanta trayectoria en Valladolid y con una identidad tan vinculada a la calle?

R: Bueno, para mí el TAC es algo que agradezco muchísimo. Es un lugar de mucho renombre y con el que yo he crecido como vallisoletana, como artista y como espectadora. Me parece de los momentos más bonitos en Valladolid. Llevar las artes escénicas a la calle, transformarla, llenarla de imaginación. Ya no vuelves a ver las calles de la misma manera. Para mí, poder formar parte de eso, poder compartir lo que hago en la calle con la cercanía del público, en mi ciudad -lo cual da muchos también nervios y mucha responsabilidad- es también es una oportunidad maravillosa y un honor. En este sentido, quería dar las gracias al TAC por haber elegido proyectos del Colectivo de Mujeres Creadoras de Castilla y León, por la visibilidad que nos da.

P: ¿Qué le aporta el encuentro con un público tan diverso como el del TAC?

R: Yo he participado anteriormente en otras ediciones del TAC, pero es la primera vez que la propuesta es individual, y el TAC tiene un público muy exigente, ya muy especializado, pero con muchas ganas de observar, de disfrutar, de vivirlo todo. Yo creo que en la calle todos los sentidos se expanden y se vive todo como a flor de piel, de una forma muy emocionante. Esa cercanía con el público hace que, más allá de la sala, donde es también muy especial y que se crea un imaginario muy bonito con las luces, sea todo muy directo, ya que hay una respuesta muy palpable del público. Es como que la obra está muy viva en la calle constantemente y se va retroalimentando con el público.

P: ¿Cómo nace 'Al Vaivén'? ¿Qué fue lo primero que apareció: la mecedora, la idea del libro, o la necesidad de hablar del tiempo?

R: Nace de trabajar con mi amiga y compañera Estrella Lliure, que ella es aerealista. Comenzamos trabajando: ella con un con el aro, entendido como columpio, y yo con la mecedora, como símbolos de dos momentos vitales muy diferentes, pero que se vinculan, y la evidencia del tiempo. A partir de ahí, yo ya empecé a explorar un poquito más con la mecedora y después llegó el libro. Para mí, es una cosa muy presente en mi vida, la búsqueda de pausas por el tiempo acelerado, la precipitación... Todo eso fue sumándose como una necesidad muy vital, junto con la exploración que yo venía haciendo del movimiento, y ha ido conformando una pieza que ha ido evolucionando, incorporando todos estos elementos.

Trata un poco de esa vivencia, también, del tiempo más sosegado cuando leemos los libros. Hay un tiempo que se dilata y una mecedora te da algo muy de sosiego y muy de hogareño, también. Todo eso se va configurando para que nazca la danza. También hay una parte de interacción con el público, que es más en clave de payasa, y todo eso se irá mezclando. Además, hay una parte muy importante, ya que estamos en la calle, de vínculo con el entorno. De observar y darse el tiempo para ver lo que hay alrededor. La calle nos aporta todo ese entorno lleno de estímulos y voy a tratar de incorporarlos en la pieza.

P: ¿Ha podido estrenar ya esta obra? ¿Qué experiencia tiene en cuanto a la reacción del público?

R: Sí, aunque, siempre se le da una vuelta una vuelta más. En esta ocasión sí que voy a enfatizar más la parte de interactuación con el público, que antes no estaba tan presente y toda esta parte de itinerancia que, claro, por darse en el Campo Grande, supone un nuevo espacio. Sí que es verdad que es un espacio precioso. Va a dar lugar a un espacio íntimo que yo espero que pueda acoger a toda la gente que venga a verlo.

El público, en general, responde bien, pero es verdad que, el público en esta ocasión viene ya dispuesto a ver algo, no es como cuando sales a la calle y la gente no sabe lo que se espera. Aquí ya saben que algo van a ver.

P: Si tuviera que recomendar a alguien que nunca ha ido al TAC una razón para acercarse a verlo, ¿cuál sería?

R: Yo es cuando recomiendo a todo el mundo a venir Valladolid. Es una vivencia emocionante en la calle. Es un encuentro es un encuentro social y es una vista de las artes escénicas con una explosión de sentidos, como solo permite la calle.

 

PASES DE 'AL VAIVÉN'
Campo Grande - Plaza del fotógrafo
23 mayo - 12:00 y 17:30
24 mayo - 12:00 y 19:00

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