Al Aula Valladolid le van las emociones fuertes y por eso se impuso en un partido loco al Atlético Guardés en la ida de la primera eliminatoria del play-off por el título (34-28). Un enorme partido en defensa, la actuación de Alicia Robles en la portería y un ataque coral llevaron a las blanquiazules a dominar los últimos minutos de la primera y la segunda mitad para correr y encontrar siempre la solución a los problemas que planteaba el Atlético Guardés. Aún quedan 60 minutos en A Sangriña, pero las vallisoletanas han golpeado primero. 

Los nervios le pasaron una mala jugada al Aula Valladolid en los primeros minutos, donde el Atlético Guardés colocó un parcial de 0-3 que las blanquiazules enjuagaron con dos goles de Inoa lucio y el buen hacer de su primera línea. Y a partir de ahí creció el equipo de Salva Puig para apagar las luces de las gallegas en ataque y ponerse dos arriba (10-8, min.10). 

Dos exclusiones casi consecutivas, primero de Amaia G de Garibay y luego de Marcela Arounian, pusieron en problemas a las de Salva Puig, que se aferraron a su defensa para mantener la ventaja de dos goles y aumentarla en igualdad (10-7, min. 15:33).

El Atlético Guardés ha sido el mejor equipo de la temporada regular y eso se tenía que notar en la pista de Huerta del Rey. Las gallegas supieron sufrir para impedir que las blanquiazules abrieran un hueco aún mayor en sus mejores momentos de juego. A pesar de todo, el Aula Valladolid aún estaba tres arriba a falta de cinco minutos para el final de la primera mitad (13, 10). Alicia Robles y la defensa mantenían la ventaja de las blanquiazules. 

Y de repente llegaron tres minutos mágicos, de esos que convierten el balonmano en un deporte apasionante. Con una defensa que mordía en los seis metros y engañaba más allá de los siete, el Aula Valladolid consiguió cortocircuitar el ataque gallego para colocar un parcial de 4-1 y marcharse al descanso con seis goles de ventaja en el marcador (17-11).

Salió el Atlético Guardés con intención de igualar el partido, pero las blanquiazules aún conservaban la frescura que les había hecho volar en la primera mitad y ampliaron la ventaja hasta los ocho goles aprovechando una superioridad (21-13, min. 36).

Fue justo entonces cuando reaccionó el Atlético Guardés con un parcial de 0-3 para obligar a Salva Puig a pedir tiempo muero para reordenar las ideas de sus jugadoras (22-17, min. 41). Era el momento de las gallegas, que habían conseguido imponer su defensa para seguir limando goles en el marcador hasta colocarse a tan solo cuatro (22-18, min. 45). 

La defensa blanquiazul no podía con el ataque con siete jugadoras del Atlético Guardés, que ahora sí encontraba el camino hasta los seis metros. A cuatro minutos del final, las blanquiazules aún estaban 4 goles arriba. Y necesitaban algo de magia. Ahí intervino Huerta del Rey, que volvió a ser el de las grandes ocasiones para poder llevar seis goles de ventaja a A Sangriña.