Y la ventaja iba a ampliarse con el paso de los minutos, ya que las de Miguel Ángel Peñas tenían verdaderos problemas para superar la defensa local, sobre la que el Beti-Onak construyó su mayor ventaja (13-8, min. 25). Cinco goles que iban a convertirse en siete y que dejaban a las blanquiazules por debajo de los diez goles al descanso y una segunda mitad muy complicada por delante (16-9).

Un parcial de 1-5 en poco más de cinco minutos volvió a meter a las de Peñas en el partido tal reducir la diferencia a solo tres goles (17-14, min. 26). La fulgurante salida de lasa blanquiazules se vio frenada por una reacción de las locales, que tranquilizaron el juego en ataque para volver a apretar en defensa y detener la buena salida de las blanquiazules (19-15, min. 40). Volvía a funcionar la defensa de las locales y volvían los problemas para las blanquiazules, que habían perdido la chispa de esos primeros compases de la segunda mitad (21-17. min. 45).  Y con el ritmo del partido de nuevo en campo local, la ventaja del Beti-Onak volvió a estirarse hasta los siete goles (24-17, min. 50). Y ya era demasiado tarde como para intentar una remontada. Las vallisoletanas habían tenido su momento para tratar de dar la vuelta al partido, pero las pérdidas impidieron que le pudieran meter más presión al Beti-Onak.

Ahora, a las de Miguel Ángel Peñas les queda un partido en Huerta del Rey y otro fuera de casa para cerrar la liga regular y afrontar los playoffs.