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Aulas hospitalarias: "Los niños se olvidan de que están ingresados porque mantienen parte de su normalidad"
El Hospital Clínico Universitario de Valladolid fue pionero a la hora de garantizar el derecho a la educación de los pacientes pediátricos en Castilla y León
Los cambios pueden generar una incertidumbre, así como conducir a situaciones de estrés y ansiedad. Los niños constituyen uno de los colectivos más propensos a sufrir las consecuencias de enfrentarse a lo desconocido y las aulas hospitalarias hacen frente a esta problemática en los hospitales.
Su función principal es la de garantizar el derecho a la educación de los menores que han de ser ingresados, pero también aseguran una parte de su normalidad dando una respuesta al mismo. Evitan la interrupción del proceso educativo de los pacientes pediátricos y mantienen así una parte de sus respectivas rutinas.
En España, se tomó conciencia acerca de la importancia de estos temas durante los años 50 y el Hospital Clínico San Carlos de Madrid fundó el primero de estos espacios en 1953. En lo que respecta a Valladolid, el Hospital Clínico Universitario puso en marcha la primera aula hospitalaria de Castilla y León, durante el curso 1985 – 1986.
El centro hospitalario de la capital del Pisuerga cumple así con un acuerdo firmado por Sacyl y la Consejería de Educación de la Junta de Castilla y León que estipula la creación de estas salas, así como dotarlas de material escolar y profesorado.
También sigue uno de los puntos de la Carta Europea de los Derechos de los Niños Hospitalizados (1992). Este hace referencia al Derecho del niño a Recibir una Educación, recogido por la Declaración universal de Los Derechos Humanos (1948) y la Constitución Española (1978).
La Profesora del aula hospitalaria del HCU y especialista en Pedagogía Hospitalaria, Susana Losa Posadilla, informa a TRIBUNA sobre este servicio. Así como explica el funcionamiento y la importancia del mismo, tras siete cursos escolares como docente de un espacio por el que pasaron 472 niños en 2024.
"Los niños tienen una rutina. Van al colegio, juegan con sus amigos y vuelven a casa con sus familiares. Al ingresar en el hospital, dejan su entorno natural y el mantener algo que se asemeje a su vida diaria, contribuye al bienestar emocional de los mismos", explica.
"Las aulas hospitalarias mantienen una parte de su normalidad, puesto que evitan la interrupción del proceso educativo durante el periodo que abarquen los ingresos y gracias a ello, todos los menores suelen olvidarse de que están en el hospital", añade.
La docente asegura que "cambian mucho" cuando se reúnen en el aula hospitalaria. "Un niño que está un poco más triste o con algo de miedo, deja de sentirse así al juntarse con el resto. Porque entre ellos, se explican todo lo que tiene que ver con sus tratamientos y se tranquilizan. Así que este lazo que terminan formando, les beneficia a nivel emocional".
Las clases se complementan con algunas actividades extraordinarias, como las que se organizan en los centros educativos de cara a ciertas fechas señaladas en el calendario, para cumplir con el objetivo de que los pacientes pediátricos normalicen su situación.
"Ahora vamos a celebrar Carnaval, porque si hablas con los niños que están ingresados, te dirán que en su colegio estarían haciendo el disfraz de carnaval. Si no hago nada con ellos, se preguntarán porqué y no será igual que en sus respectivas escuelas, pero se continúa manteniendo ese vínculo con la normalidad", detalla Losa Padilla.
También se han realizado talleres de aprendizaje basados en el juego, actividades organizadas por el Museo Nacional de Escultura, El Museo de la Ciencia y la sección de Arqueología del Museo de Valladolid y concursos con otras aulas hospitalarias de España.
Funcionamiento del Aula Hospitalaria (HCU)
Este espacio sigue el calendario escolar establecido por la Consejería de Educación y abre de lunes a viernes, de 09:00 a 15:00 horas para atender a los pacientes que se encuentra entre los tres y los 16 años (mayores de 16 si se solicita).
Así da continuidad a la formación académica de los menores que se encuentran ingresados en el HCU, ofreciendo también un apoyo emocional a los mismos y respetando los festivos del año académico.
Para hacer posible este servicio, el personal sanitario trabaja en coordinación con la docente del aula hospitalaria, formada para atender las necesidades de los alumnos en cada una de las etapas educativas. "Nos dan pautas, así como nos dicen qué hemos de observar en función de la patología o enfermedad que padezcan los niños", indica Losa Padilla.
Además, la sala cuenta con una gran variedad de materiales educativos, tales como una pizarra digital, portátiles, tabletas, libros de texto y de lectura, juegos, etc. Cabe destacar que, año tras año, se encarga de renovarlos la Dirección Provincial de Educación.
En este espacio pueden reunirse alumnos de infantil, primaria y secundaria con alguno de bachiller que solicite asistir; igual que en las aulas unitarias y se toma como referencia lo que cada uno estaría dando en su centro educativo.
"Cuando llegan, se les preguntan de qué curso son y qué han estado dando, hasta el momento de su ingreso. Al día siguiente, vienen y se sientan junto con otros niños. Pero cada uno tiene sus libros y deberes", explica la docente del HCU.
En lo que respecta a la organización del alumnado, se establece una jerarquía al comienzo de cada jornada lectiva, dando prioridad a los niños que llevan más tiempo ingresados.
"No sabemos cuántos alumnos vamos a tener mañana. Todo depende del número de ingresos y de altas médicas que se vayan dando. Por ello, establecemos un orden con la ayuda de enfermería, en el que van a tener preferencia los que no hayan podido asistir al colegio durante todo el curso y pasamos por las habitaciones para informar del mismo", detalla.
En dicha planificación, están incluidos los que se encuentran aislados por indicaciones médicas y no pueden relacionarse con otros niños. "Voy a sus habitaciones, les informo acerca de lo que tienen que hacer y les facilito el material necesario. Después, vuelvo para ver lo que han hecho y les ayudo a terminar las tareas", concluye.
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