El Salamanca UDS se impuso (0-1) en los Anexos. Sus buenas prestaciones en la primera mitad le dieron la oportunidad de poder irse de Valladolid con tres puntos, que le permiten soñar con algo más que la permanencia. De hecho, se fue al descanso con una ventaja merecida gracias a un solitario gol de Emaná que fue, a la postre, definitivo. Los de Jehu Chiapas fueron muy superiores en los primeros cuarenta y cinco minutos. Maniató al Promesas, hizo lo que quiso con el balón y generó las ocasiones suficientes para llevarse el gato al agua. Los de Álvaro Rubio no se acercaron apenas a portería contraria en ese tramo, algo que criticó el técnico tras el encuentro porque, según él, los suyos facilitaron muchas cosas al rival, que no desaprovechó dicha circunstancia.

En cualquier caso, antes del gol de Emaná, el Salamanca UDS ya había rondado el tanto. Aceves tuvo que intervenir en una intentona del citado goleador y Fran Ortuño le quitó a Álvaro González una buena oportunidad en boca de gol que prácticamente era inevitable porque estaba a placer para mandar el balón al fondo de la red. Los visitantes, con el paso de los minutos, incrementaron la intensidad y solo fue el palo, minutos después, el que evitó el primer tanto del partido, que iba a ser obra de Juancho. El conjunto charro encontró, finalmente, su recompensa en el tanto de Emaná (0-1) en ese tramo final del primer acto en una posición rigurosa del delantero, que luego no quiso entrar a valorar el propio Álvaro Rubio. Al descanso, incluso, el resultado fue corto para la buena imagen que estaba dando el Salamanca UDS, dueño y señor del partido.

La reanudación no modificó el guion del choque. Eso sí, el colegiado Rafael Cenis Martínez perdonó la expulsión a Carlos Cristeto, que tuvo que ser sustituido nada más empezar la segunda parte. El Promesas, obligado a reaccionar, tiró de coraje e intentó el tanto del empate que parecía merecer por momentos. La entrada de Verde por Arnu al descanso cambió la forma de jugar de los blanquivioletas, que empezaron a ser mucho más verticales. Solo la precipitación en los últimos metros le dejaba sin opciones, pese a tener varias ocasiones claras para igualar la contienda.

Un mano a mano de Jorge Delgado acabó en las botas del juvenil Enrique Peña que, con el portero en el suelo, no acertó cuando lo tenía todo a placer. Eric, además, sacó un gran disparo de Alin, que también lo intentó. Los visitantes empezaron a jugar sus bazas, perdieron todo el tiempo que quisieron y un poco más, pero se merecieron irse de Valladolid con la victoria, ya que fue el que más generó y el que mejor defendió las últimas acciones, algo que al Promesas le faltó no solo en ese tramo final, sino en una primera parte... para olvidar.