Diego Ventura es el rey del arte del rejoneo. Este domingo, en la que cerrabas el abono vallisoletano, volvió a dictar una lección de tauromaquia caballo con dos actuaciones al alcance de casi nadie ante una buena corrida de Ángel Sánchez y Sánchez.

En el primero cortó una oreja que bien pudieron ser dos, con una espectacular monta y banderillas imposibles. En su segundo, montando a Velázquez a dos pistas formó un auténtico alboroto y con Bronce, sin cabezal, puso una banderilla antológica. Otra oreja con fuerte petición de la segunda. 

Le acompañó en su salida a hombros, el lusitano Rui Fernandes que lidió en primer lugar un gran toro, donde brilló especialmente en las banderillas cortas. Una oreja. En el cuarto de la tarde fue todo voluntad y el público le premió con otro trofeo.

Por su parte, Sergio Galán al segundo de la tarde, que acabó parándose en tablas, les instrumentó algunas banderillas de calidad y perdió el triunfo por el mal uso del rejón de castigo. Se desquitó en el quinto con una meritoria y templada actuación que le sirvió para lograr un apéndice.