"La llevaremos a cabo en una semana porque ese es el plazo que han dado. Nosotros tenemos el problema de que los autobuses siguen circulando con las ventanillas abiertas por tema de ventilación. Este hecho hace más difícil regular con precisión la temperatura, pero no implica problema que podamos ajustarnos a los 27 grados que han indicado", añade.

Además, al ser preguntado por las quejas en este aspecto, señala que "siempre ha habido muchas". "La temperatura de los vehículos es muy sensible y muy subjetiva. Es cierto que tenemos prácticamente las mismas quejas por el calor que por el frío porque, a veces, tenemos el aire demasiado potente. A nosotros esta medida nos viene mejor, aunque ya sabemos que algunos les parecerá que 27 es mucho y a otros poco", afirma.

Por último, Heredia apunta que el sistema de ventilación es "común" para todos los modelos de autobuses, aunque cabe la posibilidad de que cada "aparato" sea distinto. "Quizás la diferencia esté en los sensores de cada termostato por cómo regula la propia temperatura. Ahora están todos puestos al máximo para contrarrestar el calor que viene desde las ventanas. Intentaremos asegurar esos 27 grados", concluye.